Además, valoró el desgaste que ha hecho el equipo, más allá de la derrota: «Todos los jugadores están muy cansados tras el esfuerzo que hicieron. No es una excusa, pero pesa. Hay que limpiar la cabeza para vencer al Huesca, que es un partido importantísimo«.

Para cerrar, valoró su actuación, pensando también en reponer fuerzas tras haber sido sustituido: «Si el equipo no gana no importa quién hace los goles. Seguiremos trabajando. Estaba molesto pero uno siempre intenta estar para que el entrenador te de la oportunidad. Pedí el cambio, estábamos muy ilusionados y no se pudo finalmente».