READING

VARSOVIA, AÑO V: UN LUSTRO DEL REINADO ABSOLUTO DE...

VARSOVIA, AÑO V: UN LUSTRO DEL REINADO ABSOLUTO DEL SEVILLA FC EN LA EUROPA LEAGUE

Con la sufrida victoria ante los ucranianos del Dnipro, el conjunto nervionense se colocaba en lo más alto en cuanto al palmarés de la competición, consagrándose definitivamente en la siguiente temporada

Con ese tanto de la igualada, los de Emery ganaron en confianza y no tardó en aparecer su mejor versión. Tanto es así que, a los pocos minutos del gran disparo de ‘Krycho’, apareció la magia del eterno José Antonio Reyes, que le dejaba a placer el segundo al cafetero Carlos Bacca. Lástima que justo antes del descanso y tras haber salvado Sergio Rico una clara ocasión, no pudo evitar el guardameta el empate por medio de Rotán tras un lanzamiento de falta desde más de 20 metros, marchándose a los vestuarios con una sensación rara al haber podido culminar alguna acción más antes de la igualada del equipo que actuaba de local.

Pese al sufrimiento, la gloria esperaba de nuevo al eterno campeón

Los entrenados por Myron Markevych se mostraron con más soltura al volver de los vestuarios y el técnico de Hondarribia buscó modificaciones con la entrada de Coke por Reyes y alguna variación táctica añadida que permitió un mejor manejo de los tiempos por parte sevillista desde entonces. Entrando en la última media hora, los de Emery se valían de los saques de esquina como principal arma peligrosa a la hora de acercarse a la portería de Boyko y si bien el choque parecía no tener un rumbo claro, pasados los 70 minutos Carlos Bacca volvió a poner en franquía el marcador cuando restaba muy poco para la conclusión tras una buena maniobra de Vitolo que permitía al goleador internacional por Colombia hacer su doblete particular, el cual supuso un mar de emociones para los sevillistas desplazados hasta territorio polaco, viendo que la cuarta estaba cada vez más cerca.

Tras el siempre sufrido descuento, el Sevilla lo volvía a hacer como eterno campeón que es. Sonó el pitido final y el grito de «campeones» retumbó en la capital polaca mientras se preparaban de nuevo los papelillos blancos y rojos para celebrar no una gesta cualquiera, sino la noche en la que el Sevilla FC se convertía en el conjunto más laureado de la competición al levantar, el entonces capitán Fernando Navarro, la copa por cuarta vez y de nuevo de forma consecutiva, como ocurriera en el inicio de este romance de plata europea.


COMMENTS ARE OFF THIS POST