El Eibar llevaba muchísimo peligro en cada acercamiento, mientras que los nervionenses no conseguían superioridad numérica ni tan siquiera cuando robaban en campo contrario. Fue entonces cuando el Eibar sacó rendimiento a una de sus armas más características, un córner en el que el central Ramis le ganó la partida a Lenglet y anotó el tercero con un testarazo inapelable. Fue cumplida la media hora y de ahí al final los vascos siguieron apretando, pero la más peligrosa la tuvo Ben Yedder con una prolongación a centro de Layún que adivinó Dimitrovic.
El Eibar no se conformó en la segunda parte y consiguió anotar dos goles más
Lamentablemente el Eibar tenía ganas de más y la segunda parte se jugó prácticamente en campo sevillista. Es cierto que con menos colmillo porque ya no era necesario, pero el empuje azulgrana y la desconfianza atrás del Sevilla fue suficiente para que el marcador creciera. Un mal pase de Lenglet para Pareja dejó a Orellana en mano a mano con el argentino, que no llegó a tiempo y vio como el chileno hacía el segundo. Casi al final, era Arbilla de falta directa el que certificaba el cinco a uno final.
Pesadilla para los de Montella en Eibar que podría dejar acabar con el equipo fuera de Europa si el Celta consigue ganar en Mendizorroza. Eso sí, lo que toca ahora es olvidar LaLiga y centrarse en la oportunidad de regresar este miércoles a una final copera. Nada de lo de hoy debe influir para que Nervión sea una caldera que permita que su equipo se sitúe a las puertas de un nuevo título.
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