Quedan unos días de mercado y Berizzo sigue pensando lo mismo de la última hora: «Pienso que no hace falta otro central y que con cuatro es suficiente. La lástima es que tenemos a Carriço lastimado, pero no por acumular centrales vamos a defender mejor. No creo que el equipo defienda mal y que esas jugadas puntuales obedezcan a la debilidad defensiva. La experiencia me dice que no dé nunca nada por cerrado. Reafirmo la necesidad del lateral izquierdo y que podamos aprovechar cualquier opción de mercado. La inyección económica de la Champions te hace ver las cosas con otro matiz y ojalá de aquí al final se pueda dar. No descartamos nada, tampoco salidas».

En lo personal, y tras asegurar que el cambio de Navas fue por cansancio, reconoció que hacía tiempo que no lo pasaba tan mal en un banquillo, pero todo sea por cumplir un sueño: «Una previa de Champions no iba a resolverse con facilidad. Afortunadamente esa falta no entró, aunque debimos cerrarlo antes. Sufrir es parte del fútbol y de la vida y estamos felices. Para mí es una gran ilusión disputar esta competición, la que me trajo aquí, y ahora me siento parte de un torneo tan importante. Elegiría a los peores rivales posibles en el grupo, pero sé que va a ser un deseo incumplido».