De vuelta al centro del campo, hizo hincapié en la necesidad de ser verticales, juegue quien juegue: «Hemos tenido actuaciones acelerando el partido hacia delante que me han gustado. Si Nzonzi y Banega vienen de un gran desgaste, es lógico refrescar el equipo, pero el que juegue debe hacer también eso. Ya sea con Krohn-Dehli, Sarabia, Pizarro o Mudo Vázquez, hay que encontrar ese juego entre líneas y dar un cambio de marchas que haga al equipo vertical y más vertiginoso».

Con Sampaoli el juego era distinto y Berizzo reconoce que aún queda trabajo por delante: «El equipo estaba acostumbrado a tener más posesión y control. Yo imagino un juego más dinámico, de ida y vuelta. A veces tras un cambio de entrenador, el equipo entra en un proceso y las características de nuestro centro del campo influyen, pero quien juegue debe acelerar el juego de ataque. Con un juego posicional no explotamos nuestras virtudes y necesitamos esas cualidades que nos den una mayor liberación». En cuanto a nombres, se le preguntó por la evolución de Correa: «Está muy bien y ha encontrado una cosa que todos queríamos, incluido yo, que es avanzar hacia delante. Tiene un uno contra uno muy bueno en carrera y hay que explotarlo administrándole balones buenos».

«Con un juego posicional no explotamos nuestras virtudes y necesitamos una mayor liberación»

Por último, habló sobre el último informe de LaLiga tras los partidos ante Las Palmas y Atlético de Madrid: «Yo puedo hablar de mi gente y de mi estadio. Creo que se actuó con corrección ante Las Palmas, con cuidado de no extralimitar el comportamiento. Hay que moderar cierta observación sobre la gente, porque tiene derecho a manifestarse y a vertir alguna opinión instintiva y momentánea cuando el juego le está apasionando. Puede ser una falta de respeto, pero hay que estrechar los límites porque corremos el riesgo de volvernos rígidos y quitarle al fútbol esa pasión y ese sentimiento».