1-3: HASTA DONDE PUDO

El Sevilla ganaba con autoridad a la Juve, pero todo se torció con una rigurosa expulsión a Franco Vázquez por doble amarilla que cambió el rumbo del partido

El Sevilla FC  tendrá que jugarse su pase a octavos de final en la última jornada de la fase de grupos en Lyon. Pocos podían pensarlo cuando arrancó el partido ante la Juve, con el Sevilla mandando y adelantándose pronto, controlando el juego con autoridad y sometiendo al campeón italiano hasta que Mark Clattenburg se erigió en protagonista, expulsando a Franco Vázquez con dos tibias amarillas y pitando un penalti que ni siquiera los jugadores italianos reclamaron con el que Marchisio hizo la igualada. En la segunda parte el Sevilla buscó la heroica, levantó a su grada, pero acabó pereciendo ante una Juve que dejó pasar el tiempo e hizo daño cuando las fuerzas nervionenses languidecían. Tal fue el esfuerzo del conjunto de Sampaoli, que también fue expulsado, que cuando Bonucci hizo el 1-2 el estadio aplaudió en pleno a sus jugadores, reconociendo el enorme esfuerzo realizado por los suyos.

Poco análisis se puede hacer de un encuentro tan condicionado por el arbitraje. El Sevilla, como adelantó Jorge Sampaoli, no salió a especular. Metió a la Juve en su campo y en el minuto nueve ya ganaba 1-0 después de un gran empalme de Pareja. Sobre todo por la izquierda, con Vitolo y Escudero estelares, el Sevilla hacía muchísimo daño. La Juve respondía a fogonazos, sobre todo con Mandzukic probando desde lejos a Sergio Rico. El choque, en cualquier caso, pintaba más para el 2-0 que para el empate. Pero se cumplió la primera media hora de juego y llegó la catástrofe. Dos acciones de Vázquez, con sendas amarillas en acciones comunes en el centro del campo, dejaron al Sevilla con uno menos y bastante tocado. Tocaba remar hasta el descanso para recomponerse, pero justo en el 45 un penalti no riguroso, sino lo siguiente, de Mercado sobre Bonucci, que nadie reclamó, fue sancionado por Clattenburg para desesperación de un Sevilla que venía como se le escurría un partido que tenía bien agarrado.

El penalti supuso un rejonazo de muerte. En la reanudación Sarabia salió por Vietto. El Sevilla resistió como pudo, incluso en el primer cuarto de hora embotelló a la Juve, espoleando con su coraje a su público, absolutamente entregado. Pero el correr de los minutos favorecía claramente a una Juve que en el tramo final lógicamente llegaba antes a todos los cruces. Mariano se lesionaba y el poderío ofensivo, ya de por sí reducido de los hispalenses, se aminoraba todavía más. El esfuerzo que hacían los sevillistas era titánico, pero un partido que se había enrevesado de tal forma no apuntaba a un final feliz. Bonucci hizo añicos la ilusión local con un tanto que lejos de romper al Sevilla lo envalentonó a por el empate, conectando varios saques de esquina en los que la lucha área fue enorme y sin suerte, pues suerte apenas hubo. Y la Mandzukic, con el Sevilla atacando a tumba abierta ya en pleno descuento, mató a la contra y puso el punto y final a un partido en el que el Sevilla, once contra once, fue mucho mejor, e incluso diez contra once también. Nada que reprochar a los nervionenenses, que hicieron todo lo que estuvo en sus manos para ganar.  
Franco Vázquez en el Sevilla FC-Juve

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