Reconoce que una tanda de penaltis siempre es especial, pero que empezar con buen pie le dio alas: «Siempre hay nerviosismo, pero hubo un momento clave. Si no puedes adivinar los penaltis en una tanda es verdad que aumentan tus nervios porque quieres ayudar al equipo y ves que se te acaban las oportunidades. Pero ese primer penalti parado a Luis García me dio mucha confianza. Le dije a mis compañeros que tenían que marcar, porque yo me encargaría de pararlos. Cuando falla Alves se pudo igualar todo, pero acerté el de Jonatas y el de Torrejón fue ya el éxtasis de saber que la copa era nuestra«.

Se suele decir que en esa situación, un profesional se abstrae del ambiente, como ocurrió en el último lanzamiento: «Uno escucha su pensamiento, sus historias. Toda la concentración estaba basada en reaccionar lo mejor posible y sólo quería no equivocarme. No escuchas a la gente y sólo ves lo que tienes enfrente. Cuando lo paré comencé esa carrera que ahora veo y me hace tanta gracia. Lo normal habría sido irme con mis compañeros, pero me salió ir hacia donde estaban todos los sevillistas. Lo que quería era acercarme a nuestra afición y que ellos vieran de cerca toda nuestra alegría«.

Para terminar, volviendo al presente, Palop analizó la actual temporada en sevillista: «La campaña tuvo un primer tramo muy ilusionante. Pero es complicado porque la Liga es muy larga y los equipos cada vez aprietan más, aunque se veía una posible alternativa a los grandes. Es verdad que hay un momento clave en el que se cae en Champions y parece una losa. Aún así se ha logrado la cuarta plaza y hay que felicitar a todos, porque es un reto muy importante para el club».